sábado, 1 de agosto de 2009

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‘El cine ha muerto, que viva el cine’: Greenaway


Carlos Olvera/Milenio
Lo más valioso de cualquier cultura es su arte, en ese sentido debemos olvidarnos de la religión, pues ella cambia cada semana; debemos olvidarnos de la política, pues ella cambia cada tarde.
Esta es una de las recomendaciones del director Peter Greenaway durante su conferencia magistral “El cine ha muerto, ¡que viva el cine!”, en el marco del Festival de Cine Expresión en Corto que se celebra en Guanajuato y donde él mismo es “el plato fuerte”, para hacer referencia a la exhibición de su película El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante proyectada la noche anterior.
El director, es en sí mismo un personaje nada convencional, al contrario, es un provocador que intenta despertar en el público el asombro y la acción o mejor dicho la reinvención de sus propias vidas, asegura que “la fortuna sólo es para las mentes preparadas, ella (la fortuna) encuentra su manera y no es elitista”. Se puede decir incluso que es un hombre que se conoce a sí mismo sin dobleces intelectuales, un director va directo al grano de lo que quiere decir aunque su medio de comunicación no es el narrativo, al contrario, busca nuevas formulas de enviar sus mensajes a un público que no deja de asombrarse con sus películas y tampoco deja de asombrarse con su manera de ver el mundo que debe representar, al menos en su quehacer artístico “la extraordinaria y maravillosa celebración de la vida”.